UNA REALIDAD LOCAL

¿Qué es el Concejo Ciudadano de Tudela?

¿Quién lo compone?

¿Por qué no ejerce el Secretario General  desde que salió elegido?

¿Por qué dejaron sus cargos tres de los seis consejeros electos?

¿Cómo se ha mantenido un Consejo Ciudadano con sólo tres consejeros?

Más que contestar a estas preguntas, y más allá de pretender contestarlas, puesto que se contestan solas, es preciso que la ciudadanía sepa de la estafa democrática que supone que solamente tres personas, entre las que dos de ellas son madre e hija: Loles y Arantxa, utilicen los órganos de Podemos no para dar cumplimiento a los principios que rigen el partido como son los de la participación ciudadana en la política y el empoderamiento social para luchar y enfrentarse a las políticas de las derechas que nos oprimen ... sino para su subsistencia política

Llevamos casi dos años sufriendo esta situación kafkiana sin que se haya hecho nada por dar una salida digna a esta situación de inoperancia, ni antes cuando los responsables fueron avalados por estas mismas personas, ni ahora con la nueva ejecutiva de Podemos Navarra, la cual también  tuvo el apoyo de este nepótico grupo.

Esta realidad difícil de creer y de entender, hace que surjan muchas más preguntas, que también se responden por ellas mismas en el mismo momento en las que nos las hacemos.

La verdadera razón que tienen estas personas es mantenerse para ser un grupo de control del poder, un clan familiar que lo único que busca es tener su sitio en Podemos y buscarse sus liberaciones, aunque eso sea a costa del debate, la participación o el simple impulso de que a nivel local se crezca como organización.

Si nos regimos por los estatutos de Vista Alegre I y II, el Consejo Ciudadano de Tudela, tendría que estar disuelto. No hay reuniones periódicas de trabajo, no hay actas, y cuando hacen algo siempre lo hacen dos personas: madre e hija, Loles y Arantxa,  y las otras dos personas delegan.

Una situación lamentable en la segunda ciudad de Navarra con más habitantes. Y si esto ocurre aquí, cuál es la esperanza que le pueda quedar a ese Podemos de los pueblos de la Ribera, que debemos demandar e impulsar.

Así es imposible crecer. 

Mientras tanto: la actual directiva con el Secretario General de Navarra, Eduardo Santos, consiente este tipo de actitudes atusándose el pelo.

Así no PODEMOS seguir.

Un partido de Poder Democrático, no puede permitir este tipo de estafas.