Siendo estrictos y serios, la Comisión
de Garantías para que sea válida tiene que tener entre sus seis miembros por lo menos tres
juristas. En las últimas elecciones hubo que ampliar el plazo porque no se
cumplía el requisito de los tres juristas. Al final se consiguió, de una manera
un poco extraña, que se cumpliera lo establecido por la normativa.
De los tres juristas elegidos, Estíbaliz, Javier y Marta, han
dimitido dos por desacuerdo con el resto, pero ¿quién sigue? Pues Estíbaliz, la
persona que en la anterior CGDN tan bien se entendía con Eduardo Santos.
Ahora con una jurista y tres no juristas sin la preparación
necesaria, la Comisión tiene que desaparecer más que nada debido a
la podredumbre actual.
Quedan en La Comisión de Garantías:
-
Estíbaliz que ya estuvo en la Comisión anterior y fue
incapaz de hacerla funcionar entre otras muchas cosas porque aun siendo la
Presidenta nunca hacía nada sin el consentimiento o visto bueno de Eduardo
Santos.
-
El no jurista Bonaventura, que tiene antecedentes de haber cometido
irregularidades en el proceso electoral para elegir la Secretaría General
porque era miembro del Comité Electoral y publicó el vídeo de la candidatura de
Eduardo Santos por las RRSS, ni dimitió ni fue expedientado.
-
La no jurista Gracia, que junto con Bonaventura fue la que impidió
votar a inscritos, que llevaban en el partido mucho más tiempo que ellos.
-
Y La no jurista Nieves, fue la que le dijo “bruja roja” a la
presidenta de la Asociación Navarra de Escritores. Hace dos años, se le abrió
expediente por estos hechos, cuando Eduardo Santos era
miembro de la CGDN junto con Estíbaliz, tanto Eduardo como Estíbaliz no vieron gravedad
alguna y el expediente se cerró sin más. El voto de dos sobre tres
bastaba y ahora el voto de Nieves valdrá para lo que haga falta.
Contamos las personas que se mantienen en la
CGDN y son cuatro y alguna de ellas iba en la lista de 20M.
Se puede hablar de crisis en la Comisión de Garantías Democráticas
de Podemos Navarra desde el punto de vista de lo que se entiende la separación
de poderes orgánica al uso, debido a que en la actualidad es inexistente.
Ya no se nos escapa a quienes hemos trabajado con dos excompañeros
como Eduardo Santos y Estíbaliz Martínez que se entienden muy bien, por lo
menos así lo hicieron durante la anterior CGDN.
Actualmente el Secretario General de Podemos Navarra, con
residencia permanente en Madrid, ha abierto un expediente a la ex Secretaria General
Laura Pérez y escudándose en la comisión de Coordinación que más bien parece
una gestora integrada por personas que formaron su candidatura 20M para no
llevar el debate de las cuestiones al CCN.
Con este proceder la comisión de coordinación rebusca cualquier
actuación de la ex Secretaria General y abre un expediente de expulsión previo
paso o envío a la CGDN para su examen. Es decir el actual Secretario General se
lo envía a su excompañera Estíbaliz Martínez para que examine su dictamen.
Estíbaliz y Eduardo ya se entendían muy bien entonces y manejaban
ese órgano que dicen debe ser neutral, para sus propios intereses.
Nos encontramos con un órgano que se crea para velar por los
derechos de todas las personas que pertenecen a Podemos pero que sin embargo se
utiliza para lo contrario, para perseguir, para ser represor, para purgar, y al
que llegan las denuncias públicas y manifestaciones del actual Secretario General
con las que los casos ya llegan a la Comisión contaminados con su punto de
vista subjetivo a la Comisión.
Pero esta herramienta, a pesar
de no estar conformada como debiera, es un arma de la que el Secretario General
no se quiere desprender ya que de lo contrario perdería la dirección que él
encabeza una de los instrumentos represivos. La Comisión será la encargada de
ejecutar las purgas a la disidencia interna con su gran cantidad de expedientes
disciplinarios, algunos tan absurdos como los abiertos hace unos días a
perfiles de Facebook o a personas no inscritas en Podemos.
Pero el Secretario General no se despeina ante estos hechos sino cuando
menos se atusa el pelo y los aplaude y sigue hablando de la neutralidad del
órgano del que él formó parte.
Eduardo Santos no puede hablar de garantías de la imparcialidad del
órgano ya que lo conoce bien por haber sido uno de sus miembros, conoce bien y
le son cercanas las personas que lo conforman y a lo único que se dedica con la
Comisión de Coordinación es a abrir expedientes de sanción, expulsión y
represión y pasarlo a sus miembros afines para que dictaminen y no solo con
esto le basta sino que encima contamina saliendo en prensa diciendo cuál es su
parecer para que así le quede más claro a la CGDN.
En derecho se conoce como prevaricación el acto de dictar a
sabiendas resoluciones injustas. Si se dicta una resolución de apartar a una
persona de forma cautelar a sabiendas de que es injusto eso es prevaricar por
parte de las personas de la CGDN que se prestan a este el ejercicio más
deshonesto y anti-deontológico para los profesionales del derecho.
Pero claro ya hemos dicho que profesionalmente en la Comisión
‘profesional del derecho’ solo hay una, su presidenta.
Existe una extensión de la figura de la prevaricación como
ejercicio que comete el Secretario General Eduardo Santos. Le llamaría
<prevaricación indirecta>, aquella que a sabiendas de abrir expedientes
con unas determinadas causas lo que busca son otros objetivos y
maquiavélicamente el envío de dicho expediente con el fin de que el órgano
prevaricador ‘per se’ dictamine lo que él quiere para conseguir su fin último.
El Secretario General es abogado y sabe que no por no ser miembro
de la CGDN deja de ser una persona prevaricadora que desprestigia la profesión.
Miguel Sanz de Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario