El mediodía del pasado sábado 3 de febrero se reunió un ratico el Consejo Ciudadano de Navarra de PODEMOS.
La reunión nos dejó para la posteridad:
Una foto.
Alguien decía hace años que quien se moviera no salía en la foto.
En este caso parecer ser que nadie se ha quedado donde estaba.
Hay quien dice que cuánto daño han hecho algunas personas por salir en la foto y lo poco que les importa el daño que han hecho.
Miras cada rostro uno a uno y ves a quienes todavía están.
Estás un rato mirando y allí están cualesquiera que son.
En la foto se puede ver a quienes todavía se resisten a ver la realidad: Son la resistencia. Se puede comprobar que es cierto que no quedan más que gente a jornal, a veces de hambre, y paracaidistas.
No hay más.
Hay que ver hasta dónde llega la tristura.
Un comunicado.
Una página con seis párrafos muy mal escritos que muestra que su autor está absolutamente desbordado y por ese comprensible menoscabo que traía de la Secretaría, hubieron de votarlo a trocicos y todos los trocicos fueron aprobados con el noventa por ciento de los votos, mostrando a quienes les votaron de quienes son legítimos depositarios de sus votos, que aunque se diga y demuestre lo contrario, la unanimidad y la unión existe en PODEMOS NAVARRA y la incuestionable adhesión de la tropa a sus líderes.
Un comunicado que no entra en el fondo de la cuestión pero en el que nos comunica a la audiencia que después de todo lo que ha pasado en estos cuatros años, se puede solucionar la crisis apelando a los documentos, aquellos mismos documentos que nos horrorizaron y que son los que han de convencer en este trance tan horroroso a quienes hicieron trampas para aprobarlos y subirles a ellos al frontispicio.
Unas incongruencias.
El deterioro al que está llegando PODEMOS particularmente en NAVARRA es una realidad absolutamente incuestionable.
Nadie sabe qué hacer ni qué va a pasar ni siquiera a corto plazo.
Una realidad que se trasmuta en el documento apelando a tres incongruencias de difícil calificación.
El Código Ético porque, al parecer mantienen que el problema se puede solventar desde una vertiente ética y, para ello quizás habría que preguntarse antes entre tanta mahomía ¿quién ha respetado hasta ahora el Código Ético…? ¿Quién…?
En el comunicado, todo el problema se remite para su solución a una cuestión disciplinaria en la que la actual dirección tiene poco que decir ¿Cómo se puede apelar a la Comisión de Garantías como un órgano independiente si en ella ya no quedan más que personas que ejercieron de espartanas en las diferentes etapas que hemos sufrido…?
¿Cómo pueden decir y apelar a que PODEMOS es un partido plural, un partido en el que las tres cúpulas que ha tenido en estos cuatro años, LAS TRES, han implementado una red de agentes trabajando para que no pudieran hablar más que quienes eran sumisos y lanzaran flores aunque fueran ajadas?.
Una ristra infinita de incongruencias.
Esto es lo que queda.
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