Este es un ejemplo
más de nuestro quehacer en PODEMOS NAVARRA, sirviéndonos esta vez de la
realidad de un círculo sectorial.
Es
incuestionable la utilidad del Feminismo
para hacer visible estructuras invisibles y conducirnos a modelos sociales más
justos e igualitarios. Hay personas, independientemente de su sexo, que tienen
un cierto interés por el feminismo como
herramienta de empoderamiento y de liberación de los sistemas de
dominación de género que nos atrapan tanto a mujeres como a hombres en nuestra
sociedad. Otras simplemente instrumentalizan la causa conforme a sus intereses
personales o políticos.
En un pequeño grupo
de personas surgió la idea de montar un círculo de feminismos de Podemos en
Navarra. Era septiembre de 2016 cuando se hicieron las consultas y los
contactos necesarios para que un primer grupo redactase un manifiesto y
convocase una asamblea para crear el Círculo de feminismo. Después de algunos
avatares, el manifiesto lo redactó un pequeño grupo motor que había iniciado la
idea.
La primera
convocatoria pareció ser un éxito, acudieron 17 personas, muchas de Pamplona y
algunas de diferentes zonas de Navarra. Hacía tiempo que no tenía lugar en
Podemos Navarra una asamblea tan concurrida… pero apenas nadie venía a
trabajar, se acudía para ver qué se cocía y lo más importante, ver quién lo
cocía.
A partir de ese día
se pusieron en marcha los mecanismos habituales para boicotear el espacio en
tanto en cuanto no estaba siendo controlado por quienes manejaban en ese
momento el partido en Navarra.
A la segunda asamblea
sólo acudieron tres personas.
Se había creado un
grupo paralelo liderado por Nekane Ruano y personas muy afines a la entonces
Secretaría general de Navarra desde el que se intentó controlar con la
iniciativa hasta acabar con ella. Su escasa capacidad de trabajo y su pésima
dirección imposibilitó que esta segunda iniciativa funcionase y finalmente acabaron entrando en el círculo
que a trancas y barrancas se mantenía con la tenacidad de quienes lo habían
promovido.
No siendo capaces de
destruirlo decidieron tomarlo por asalto.
En poco tiempo el
proyecto había dejado de tener ningún cariz político o activista y se había
convertido en otra lucha más de poder y control dentro de Podemos Navarra. Para
entonces las pocas personas que se habían acercado de una manera más limpia e
inocente habían regresado a sus casas y sólo quedábamos las impulsoras del
proyecto y quienes lo entendían como una amenaza. El circulo no funcionaba,
entre algunas acusaciones personales, las descalificaciones y las difamaciones
el ambiente era tenso, de constante conflicto y de competición por un espacio
nimio.
El trabajo era pobre,
ridículo la mayor parte de las veces.
Las personas
promotoras entendieron que mientras ellas estuvieran dentro el círculo no iba a
funcionar porque quienes les veían como una amenaza no iban a dejar que
funcionase y tiraron la toalla para buscar otros espacios más sanos en PODEMOS
NAVARRA.
El espacio ha
quedado muerto a merced de los oportunismos de siempre.
Desde entonces, para
salvar las apariencias Eva Calleja suele
hacer las veces de Secretaria de Feminismos y LGTYB. Una mujer que está muy
empoderada y que es tan feminista que puede con todo.
No es de recibo que
Podemos Navarra esté pidiendo profesionales en los medios y en las policías y
en los juzgados para tratar el tema de violencias machistas, y esté a la cabeza
de la Secretaría de feminismos una mujer que no tiene ninguna aptitud ni
actitud. Una mujer que no tiene ningún
acercamiento hacia los movimientos sociales y de mujeres que trabajan en el feminismo y la igualdad.
De lo que se puede
esperar de un círculo de feminismos no hay NADA en Podemos Navarra. Sólo
se reproducen los arquetípicos del más
rancio patriarcado aquí y allá, una y otra vez.
Habrá que seguir
buscando.
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