Dirigentes
de las alturas de PODEMOS, incluido Pablo Iglesias, propagan una idea que se
está poniendo de moda repicando que: quién no esté conforme con lo que se hace,
que se vaya a otro partido.
Bien.
Posiblemente
quienes propagan esta idea todavía no se han enterado que quienes se han
querido ir, y fueron multitud, ya se han
ido sin contar ni con su consejo ni con su permiso.
Con
esta reflexión, desde lo más bajo de PODEMOS, decimos: PUES NO NOS VAMOS A IR.
Y
vamos a explicar por qué:
Esta
idea de que quien no esté conforme se vaya (que es muestra de una autoridad
débil, de un convencimiento inútil y de una dignidad falsa), pasa a segundo
plano cuando lo que ha sucedido en realidad es a cuántas personas implicadas
políticamente han echado, y cuya salida ha sido trascendente para que hayan
caído hasta el punto de degradación ideológica en el que se han rendido.
Sí.
¡A cuánta buena gente buena, han despreciado!
Mucha
gente hemos sido testigos y vamos recordando.
La
organización ideada desde unos laboratorios obscenos, puesto que en ellos el
fin justifica los medios, no era posible sin hacer una selección de la gente
que habitaba en el espacio político que
se había de ocupar y en donde se había de conformar a medio plazo una
manada que la guiara la mediocridad, en la que la ignorancia fuera un grado y
cuyas condiciones fueran la sumisión, la obediencia y la compra de voluntades..
Esta
selección se hizo con personal mercenario que fue llegando a asambleas y
reuniones de círculos hasta el último confín. Así marcaron a fuego a todas
aquellas personas que tenían una cierta capacidad de liderazgo y criterio
propio, que difícilmente iba a forma parte de una manada domesticada y fiel,
dispuesta a embestir. Consecutivamente lograron que fueran saliendo todas
aquellas personas que ya no pudieron aguantar las dentelladas.
Luego,
con el sistema de votaciones, bandera democrática izada sobre mil trampas,
donde han sido los caciques y sus bolsas de votos quienes han determinado los
resultados, urnas diabólicas en las que han podido votar los familiares y
amigos aunque hayan sido de otro partido, se ha legitimado un poder bastardo
y ha sacado a mucha gente del partido.
La
degradación intelectual, política y democrática en la que se está cayendo en
las últimas semanas, sigue consiguiendo que de nuevo mucha gente de la pocas
que queda, siga sintiéndose expulsada.
A
las últimas personas que se le ha enseñado la puerta de la calle es a la gente
que trabaja, y trabaja consecuentemente en Catalunya. A ellas, quienes repicáis
que nos vayamos, les habéis aplicado vuestro particular artículo 155, que en
definitiva muestra vuestra verdadera cara.
Acabáramos.
Si
nos vamos nos vamos todos. Disolvamos PODEMOS. Abandonemos el espacio que hemos
usurpado a la gente y desistamos de culminar el fracaso y la ESTAFA. Dejemos el
espacio limpio para que lo pueda ocupar otra gente con otras maneras.
Gracias.
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