En el año 2014, luego de las elecciones europeas, cuando se engendraba la fuerza de PODEMOS y la gente se acercaba cargada de esperanza, cuando crecían los CÍRCULOS por casi todos los sitios y lugares, llegamos a conformar una organización en la que todos nos encontrábamos como en nuestra casa, ocupando el lugar que nos correspondía en la Historia.
ILUSIÓN Y ENTUSIASMO.
Cuando quienes tomaron el poder porque tenían hilo directo con Madrid y de vez en cuando se reunían nadie sabe dónde, y en sus ardores habían depositado las órdenes y normas para la expansión..., cuando infiltraron máscaras mercenarias por todos los rincones de PODEMOS..., cuando impusieron sus condiciones de silencio y nos entretenían discutiendo códigos y documentos, ya mucha de la gente nos tropezábamos fuera de lugar y sin saber a dónde ir.
COACCIÓN Y SILENCIO.
En medio de los procesos electorales internos y de listas al Parlamento, en aquellos instantes en los que los caciques decidieron democráticamente por la gente, en aquellos momentos donde se colaron la incapacidad y la falta de ideas de quienes llegaron A PODEMOS por el aire, cuando empezó el jaleo en los estamentos públicos y veíamos que no dábamos la talla en casi ningún aspecto, la mayoría de la gente nos encontramos sin saber dónde nos encontrábamos.
APATÍA Y VERGÜENZA.
Ahora desde que la solvencia nos dirige y gobierna, cuando tenemos representantes en el Congreso, cuando ya no quedan bases en PODEMOS y todo viene permitido y autorizado desde las alturas del vértice, ahora cuando la política la hacen los profesionales, que para eso les pagan y si no saben ya aprenderán, cuando han implantado un sistema de selección en un hazte al lado o vete, casi toda la gente ya estamos en nuestra casa regando nuestras plantas.
CONTRICIÓN Y PESADUMBRE.
Tenemos que trabajar mucho y habremos de aprender a salir de nuevo de nuestra casa y a quedar en la calle con la gente que tiene más o menos nuestras mismas inquietudes, si no caminaremos hacia el infierno.
INCONFORMIDAD Y REBELDÍA.
“PODEMOS es una fuerza política patriótica que apuesta por la unidad de España” Ramón Espinar.
ResponderEliminarSe empezó siendo “ni de izquierdas ni de derechas” porque de lo que había que ser es de los que dan solución a los problemas, pues el hambre, la precariedad, los desahucios, la carestía de la vida, la falta de vivienda…. no distinguen entre unos y otros. Bien. Se hizo bandera del “Derecho a Decidir”, para sacarnos del pozo de los súbditos y siervos y hacernos ser ciudadanos responsables, participes y protagonistas de la historia que vamos forjando mientras vivimos. Bien. Ahora resulta que hay que ser “patriotas” y defender la “indivisibilidad” de España. Mal. Muy mal. Sobre todo porque ser patriota significa ser nacionalista, que es lo que estamos criticando a los catalanes de la secesión y a los unionistas del 155. Porque no hay peor patriotismo y nacionalismo que el de los que teniendo nación y patria en forma de Estado, España, se sienten por encima de todo lo demás y con licencia para matar, como James Bond. Porque olvidan que gran parte de los votos que tenemos lo son de ciudadanos que tienen necesidad política de decidir su nación y su nacionalidad al margen de la imposición unitaria y carcelaria actual; no por narcisismo, sino para poder vivir en un lugar en democracia. Porque no ser independentista no te convierte en unionista y menos cuando el unionismo es a lo Franco en formas y métodos, en tal caso se es fascista. Y si PODEMOS no recurre la aprobación del Senado del 155, apuntala a los fascistas. Porque se nació para hacer política a favor de los ciudadanos y ahora sólo se quiere hacer para los españoles: no para todos los españoles, sino para los “patriotas” de la indivisibilidad, que manda güevos. Al final como otros lo hicieron antes, se acabará defendiendo la corona, como se ha defendido a la nunca existente virgen (“porque es del pueblo”, valiente soflama), que en definitiva no es más que defender la unidad de España con palabras y argumentos sofís(mentiras)ticados- en nombre del republicanismo. Cosas más imposibles hemos visto.